Convertir petróleo en plástico no es un gran problema, de hecho es el proceso natural para obtener el plástico sintético que usamos a diario.
Pero deshacernos del plástico que generamos en tanto residuos y aun mejor, poder convertir los residuos plásticos en combustible ya es otra cosa que requiere un proceso mas complejo.
La Environmental Services Company Ltd. (ESC) es una empresa gubernamental que fue establecida en 1990, para hacer frente a todos los residuos peligrosos producidos en Israel, al tiempo que protege cuidadosamente el medio ambiente.
La compañía ofrece una amplia gama de soluciones de protección del medio ambiente y servicios a las industrias, institutos de investigación, laboratorios y empresas. La compañía posee y opera una planta, situada en la Zona Industrial Naot Hovav.
Mediante el uso de algunos de los métodos modernos más avanzados del mundo, la planta trata una amplia gama de tipos de desechos peligrosos incluyendo: orgánicos, inorgánicos, líquidos y sólidos.
La compañía ofrece a sus clientes una amplia gama de servicios, incluyendo: gestión de residuos y los servicios de laboratorio de análisis, el análisis y el monitoreo del aire, la consulta y la información sobre la ecología y materiales peligrosos, mantenimiento y calibración de los instrumentos de monitoreo del aire, la consulta y la venta de equipo de seguridad y embalaje , estudios de suelos contaminados, el reciclaje de los filtros de aceite, lámparas fluorescentes y mucho más.
En este orden de cosas en Israel de tiran a la basura unas 1.500 toneladas diarias de residuos de plástico, la mayoría de los cuales se entierran en vertederos.
Pero ahora la empresa, planea un proceso que permitirá sacar 600 kilos de sustancia aceitosa de cada tonelada de plástico tratada. Esta sustancia podrá utilizarse como combustible.
De acuerdo con las evaluaciones de la compañía, la planta será capaz de obtener 600 kilogramos de una sustancia aceitosa por cada tonelada de residuos de plásticos. Esta instalación será la primera de su tipo en el país.
Todos los días, los israelíes tiramos unas 1.500 toneladas de residuos plásticos. La mayor parte de los residuos de plásticos provienen de hogares (bolsas de plástico, envases, botellas, juguetes, muebles), agricultura (mangueras de riego, envases, láminas de plástico) y de la industria.
Además, la Empresa de Servicios Ambientales recibe cerca de 3.000 toneladas de residuos plásticos de envases por año.
El proceso de reciclaje implica la fusión y la despolimerización de plástico hasta un combustible. El establecimiento de la instalación ha costado 10 millones de shekels (USD 2,7 millones).